
En el tiempo que yo estaba en Centro de Discipulado Intensivo (CDI), conocí muchos nuevos amigos, experimenté varias aventuras, y tenía una abundancia de oportunidad para crecimiento espiritual. Uno de mis memorias favoritas: todos los gringos fueron a Costa Rica con dos misioneros, Traci Delibasich y Andrey Mena. Un día, estábamos manejando en las montañas, y Traci vio un puente y nos dijo que debemos parar y verlo. Lo que no sabíamos es que este puente es para “bungee jumping”. Entonces Traci, Andrey, mi amigo Levi, y yo, fuimos a hacer “bungee jumping” ese día, y después, fuimos a unas aguas termales. Eso es solo uno de mis aventuras locas las que fui a hacer. Más allá del entusiasmo aventurero, todo el tiempo que teníamos para crecer espiritualmente y aprender español fueron una oportunidad extraordinaria. Read More
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